miércoles, 24 de octubre de 2012

Tan personal...

Me gustan tus defectos. Fueron los que hicieron que me enamorase de ti. Las personas hablan del amor e incluyen definiciones casi perfectas de la persona a la que aman, comentan su piel suave, su mirada profunda, sus labios, y en definitiva, lo más fácil de amar. Pero amar, amar desde dentro, significa enamorarse de lo más difícil. Me gusta no saber entenderte a veces, porque supone un esfuerzo por mi parte, y un recordatorio de que no todo está bajo mi control. Me gusta discutir, enfrentarnos, llegar a odiarnos en algunos momentos, para regresar con fuego en las yemas de los dedos, dispuestos a arder en la misma hoguera, amándonos tanto que parece un sueño. Me gusta que mantengas los pies en la tierra, porque así yo puedo enseñarte a volar. Me gusta que casi no tengas tacto con nadie, que tus verdades sean ácidas, que te dé igual reírte como un loco en cualquier ambiente, que te obsesiones con una idea un día y no acordarte de nada al siguiente, que cuando haya algo que te ilusiona no duermas ni me dejes dormir, que odies los silencios que yo a veces necesito, que te cueste afirmar que no llevas razón y aún más, que yo la tengo. Y así, miles de cosas. Las odio, todas ellas, y por eso las amo. Estoy enamorada de cada defecto, mucho más que de cada virtud. Ya sabes que lo nuestro es amor y odio. Te odio tanto a veces que te amo con locura. Y te amo con todo lo que soy, por todo lo que eres, por todo lo que somos y deseamos ser, y cuando digo todo, es todo. Por todo.





3 comentarios:

  1. Le bonito de leerte es descubrir cómo queda uno enganchado a cada letra, a cada palabra, a cada renglón saboreando aquello que está escrito. :-)

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  2. Gracias por leerme, por demostrarme hasta dónde se puede llegar con las letras, no importa qué parte del mundo, ni a qué persona, porque las letras son así... lo pueden todo.
    Mil gracias.

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