viernes, 15 de febrero de 2013

Que no me faltes...

Que no me falte tu risa,
tu brisa de vida,
tu aliento en mi respiración,
tu corazón inquieto,
tu alma animal y
tus dedos de niño.

Que no me falten tus sueños,
hermanos gemelos de los míos,
ni tu sed de que seamos tiempo,
que no me falte tu corazón.

Que no me falte tu locura,
tu mar lleno de costas,
lleno de olas,
donde embarco y nado
cuando estoy contigo
para estar conmigo a solas.

Que no me falten tus dudas
y tus certezas,
tu peligrosidad efímera de abeja,
la miel de tus labios, mi néctar.

Que no me falte el viento
que despliegas,
para ahuyentar mis falsas tormentas,
para abrazarme al calor
de la hoguera de tu pecho.

Que no me falte la guarida
de tus brazos,
la ausencia de miedo al
tocar tus trazos,
la libertad de sentirnos
el uno al otro atados.

Que no me falten tus ojos,
que saben mirarme si
no me reconozco,
que saben saciarme y completarme,
que abren ventanas a lo que desconozco.

Que no me falte el misterio
de acompañarte en toda tu vida,
la certeza de saberte mi guía
la ilusión por descubrir caminos.

Que no me falte esta ansia de vida
que trajiste en sueños
a mi medida,
y que reside en tu alma,
junto a la mía.

Que no me faltes nunca, Vida,
ni esta nueva perspectiva
de vivir siendo yo misma,
y a la vez tantas,
todas tuyas, todo mío,
todo nuestro.
Nosotros,
para toda la vida.



miércoles, 6 de febrero de 2013

Borrar.


En la arena de esta playa
hay demasiadas huellas
que el mar debe borrar.

Por eso el mar también es tiempo,
por eso el mar también soy yo.


                                               Fotografía por Marta García López©