lunes, 11 de junio de 2012

Hogar.

El día de mañana quiero tener una casa contigo. Con una biblioteca gigante, una casa biblioteca. Y encerrarme allí, horas y horas, y que tengas que venir a buscarme porque me he perdido.
Y perderme adrede, para que tú vengas a la biblioteca a leerme a mí.
Quiero una cama enorme, que contenga nuestros sueños. Y otra pequeña, para los días en los que todo me dé miedo sin ti.
Un armario que nos lleve a otro mundo sin necesidad de una puerta mágica, y una alfombra que vuele para los días en los que no nos apetezca andar.
Una pecera con peces de colores, todos con nombre, aunque los confundamos, y perros, muchos perros, todos en una habitación jugando al póquer (la Chula les habrá enseñado a todos cómo colocar las patas para coger las cartas)
Quiero pósters de nuestras películas favoritas, y fotos en blanco y negro, y en color, y tú y yo en un sofá, con una manta, mientras afuera llueve.
Quiero tu olor en las cortinas, y el humo de tu risa que consigue prender fuego a los poros de mi piel, haciéndoles adictos, muy adictos, a ti.
Una casa sencilla, con cuatro cosas. A tu lado.



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