martes, 26 de marzo de 2013

Ahora.

Cuántas cosas han cambiado en casi tres años. No hablo sólo del pelo, o de cambios superficiales. Hablo de mí, de lo que me rodea. De aquellos lugares que permaneciendo iguales, también han cambiado.
Recuerdo esa sensación que llevaba conmigo y que me hacía creer que lo sabía todo. Recuerdo miedos diferentes, sueños distintos, caminos que pensaba inalterables. Y he aquí la vida. Cómo cambia. Recuerdo que antes odiaba los cambios. Puede que ahora también, sólo que he aceptado que son parte de la vida.
Tres años. Y en tan poco tiempo se puede aprender a valorar lo precioso que es lo variable.
El amor, mi constante, he aprendido que debo luchar cada día por él, porque ahí reside la eternidad de lo efímero. La amistad, dónde habrán quedado los sueños de los "amigas para siempre" que se grababan en anillos que hace tiempo ya perdí. La familia. Las alas. No soy una niña, y sin embargo a la vez más que nunca.
El corazón también ha cambiado. Sigo siendo Rosa, pero es probable que con nuevas espinas.
Son los ojos los que llevan la vida consigo. En los míos pesan experiencias demasiado difíciles, pero también van cargados de ilusión, de brillo, de luz, de vida, de nueva madurez.
Comprender... Ay, eso de comprender... Cómo personas que parecían gigantes van haciéndose cada vez más pequeñas... Y cómo otros van alcanzando cada vez más altura.
Sí... Y es que eso sí... Sigo adorando las alturas, las nubes, volar... Sigo volando a pesar de tener miedo a caer. A pesar de haberme caído varias veces. Vuelo... ¡Adoro volar!
Es curioso ver fotos "antiguas" y pensar en ti mismo como en esa persona que ya no está, y es que ahora soy menos de esto y más de aquéllo, soy ahora. Yo, ahora, aquí. Y sonrío.
Sonrío porque es probable que dentro de unos años vea una foto mía de ahora y piense en cuánto he cambiado, en esa sensación que me acompañaba y me hacía creer que lo sabía todo...
¡Descubrir que lo bonito de la vida es no saber casi nunca nada creyendo saberlo todo! Ay, corazón, ojalá nos queden latidos suficientes como para cambiar millones de veces, y en el fondo, seguir siendo la misma. Sí... ¡En cientos de ahoras! ¡Ser yo! Y verme volando en cada etapa, en un álbum enorme con fotos por todos lados.


1 comentario:

  1. En una vida vivimos mil vidas y todas ellas van conformando aquello que somos y que poco a poco descubrimos.

    Preciosas letras las tuyas.

    ResponderEliminar