miércoles, 21 de marzo de 2012

Llueve.

Te ríes de la gente que vive en un mundo con perpetuas lluvias. Dices que son unos falsos alternativos, unos puretas del estilo del momento, aunque el estilo se base en no tener estilo.
Te ríes de los que hacen poesía gris y hablan de paredes, de oscuridad, de lejanía y de muerte. -¡Cómo si no hubiese otra cosa sobre la que escribir poesía!-
Te ríes, te has reído hoy, de los poetas con cara de página amarilla, corroída por la monotonía, y que además tienen ausencia de párpados para soñar.
Te ríes de ellos. Y sin embargo hoy, mientras entonaban sus versos de cocodrilo, sus paisajes arrasados por sí mismos, su punto de vista sin punto de vista, hoy, decía, cuando escuchabas vagamente sus voces de fondo, tú también eras un poco de lluvia, de esa que no termina de caer, que se mantiene en los nubarrones grises hasta que escampa.
Y sentiste ganas de escribir sobre ello a pesar de las críticas, a pesar de ti misma, a pesar de todo. Y al final lo hiciste.Y ahora estás lloviendo mientras soplas nubes grises.

No hay comentarios:

Publicar un comentario