domingo, 9 de octubre de 2011

Camino recto.

"¿Qué es lo que buscas?"
Se repetía una y otra vez. Masticaba la pregunta y luego escupía, con todas sus ganas. Cuántas veces le habían dicho que eso quedaba fatal en una chica, y cuántas veces había vuelto a hacerlo, pero no así. Escupía mentiras, farsas, teatros, dramas, caretas,  falsedad. ¿Cómo iba a quedarse con todo eso dentro? O lo expulsaba o acabaría con ella, peor aún, podía acabar por dominarla y convertirla.
Pero... ¿de qué estaba hablando? Debía centrarse. Una buena obra, dicen, ha de tener sus altibajos. De acuerdo que este bajo era muy bajo, rozando la oscuridad del Tártaro, pero había de subir, ¿no?
Cómo no, una vez más, se descubría a sí misma teniendo una esperanza ciega. ¿Y qué otra cosa la definía mejor? Nadie era capaz de enseñarle que los humanos son humanos, pero que no por ello han de tener humanidad.
Seguía rumiando expectativas, tejiendo futuros que seguían el camino que ella marcaba, y que por lo tanto era el correcto. Se creía más juez que testigo, aunque ella recibiera las más de las veces las condenas. Pero no importaba, o quizá sí. Sólo habría merecido la pena si algún día todo estuviera arriba y pudiera mantenerse en equilibrio, si esos caminos de su imaginación dictadora fueran transitados.
"¿Qué es lo que buscas?"
Ahora ya lo sabía.
Y entonces se echó a llorar.

1 comentario:

  1. La esperanza es lo último que se pierde, ¿ No ? Me ha gustado !! :)
    Besiños.

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