domingo, 30 de noviembre de 2014

Locura y palabras.

Recuerdo que me enamoré de la Filosofía hace ya 8 años. Y recuerdo que entonces todos los autores me parecían -irresistiblemente- unos locos. Será que yo también soy una loca irremediable, más que irresistible. Pero a día de hoy sigue proporcionándome esa sensación de nerviosa pequeñez. Cada vez que estudio o leo un autor, vuelve a mí ese sentimiento de atrevimiento, de osadía, de superación. Cómo no va a ser vida la filosofía.
Y de cuando me enamoré de la Literatura, ni hablamos. Creo que nací así, perdidamente enamorada de ella. Siempre he escrito, desde que aprendí a hacerlo. Y ya leía antes de saber: me inventaba las historias conforme los dibujos de los libros. 
En fin, la historia de mi vida. Locura y palabras, supongo.


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