Y qué haría yo si me faltase
tu risa,
el torrente enérgico del que mana
mi vida,
la luz eterna que todo lo baña
e ilumina.
Y qué haría yo si no te hubiese
encontrado,
sólo vivir como si fuese una
orden,
un paso estéril por los días
de un calendario
demasiado gastado para albergar
verano.
Y qué haría yo si algún día
te fueras,
habiendo sentido ya lo que es la
unión de dos almas que
unidas forman una entera;
habiendo creado el universo bajo
una almohada,
habiendo convertido la vida
en sueño.
Qué
haría
yo.
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